Seleccionar página

Tartaletas de chocolate, mascarpone y frambuesas

Hace ya varios meses Carlos de No más ——– de mamá me invitó a jugar con él al cadáver exquisito. El cadáver exquisito, además de cuando el pollo asado te queda muy bueno, se refiere a un juego colectivo inventado por los surrealistas a principios del siglo XX. Se juega entre un grupo de personas que escriben o dibujan una composición en secuencia. Cada persona sólo puede ver el final de lo que escribió o dibujó el jugador anterior. El nombre se deriva de una frase que surgió cuando fue jugado por primera vez en francés: « Le cadavre – exquis – boira – le vin – nouveau » (El cadáver exquisito beberá el vino nuevo). (fuente: Wikipedia)

En este caso, aplicado al ámbito gastronómico, se trataba de ir eligiendo ingredientes para una receta, uno por vez, sin saber el ingrediente que va a elegir el otro a continuación… Nuestros ingredientes fueron, por este orden:

  • frutos rojos (yo)
  • guindilla (Carlos)
  • alcohol (yo. Después de ver el ingrediente de Carlos ya pensaba darme a la bebida directamente. Creo que no tengo ni una sola receta publicada con picante)
  • chocolate (Carlos)
  • azúcar (yo, que soy una cobarde y estaba acojo asustada ya con tanto ingrediente)
  • y finalmente mascarpone (Carlos), que sabía que lo iba a elegir porque le encanta!

Pues bien, tal y como Carlos planeó (sin ninguna mala fe, estoy segura. Pero que sepas que sé dónde vives) el ingrediente que más que ha costado encajar en la receta ha sido el picante: chile, cayena,… No estoy habituada ni sé usarlo, así que me tuve que informar un poco sobre el tema antes de empezar a perpetrar la receta. De esta manera descubrí que este invento tan moderno de añadir picante al chocolate viene nada más y nada menos que de los mayas, que nos dejaron dos importantes legados: los dibujitos tan entrañables de la abeja , y el cacao, al que en ocasiones añadían capsicum ( ajíes, chiles, guindillas o pimientos). Eso sí, ellos tomaban el cacao amargo, y fuimos los españoles los que comenzamos a endulzarlo con azúcar.

El hecho de añadir vodka a la masa quebrada viene de una publicación de «The Cook’s Illustrated». Aparentemente el vodka impide o dificulta que se desarrolle el gluten en la masa (lo que como ya expliqué en esta entrada sobre la masa quebrada provocaría que nos quedase una masa «chiclosa»). Además, el vodka es líquido, lo que favorece mezclar los ingredientes, pero solo es parte agua, ya que tiene parte de alcohol que se evapora al hornearlo, logrando una textura quebradiza. En cualquier caso no todo el mundo está de acuerdo con esta teoría, así que podéis usar agua en lugar de alcohol y beberos el vodka.

Y después de más de dos semanas sin poder publicar, por aquí todo sigue sin novedad. Dentro de nada estaré de vacaciones, ya que por fin hemos terminado los exámenes finales! Y además este año muy bien, ya que ni siquiera he tenido que explicarle a ningún alumno que a su examen le faltaba la esquina porque se la comió mi hijo pequeño… Se nota que se van haciendo mayores!

Y si os parece, vamos ya con la receta. Para hacer honor al cadáver exquisito, me he permitido jugar también un poco en las fotos poniendo como complemento un señor cuchillo para cometer un asesinato como está mandado. Qué, me ayudáis a terminar con estas tartaletas de chocolate, mascarpone, y frambuesas?


Tartaletas de chocolate, mascarpone y frambuesasTartaletas de chocolate, mascarpone y frambuesas


Tartaletas de chocolate, mascarpone y frambuesasTartaletas de chocolate, mascarpone y frambuesas


{Tarta de chocolate blanco, mascarpone y frambuesas}

Preparación: 20 minutos (más tiempo de enfriado)

Cocción: 15 min

Raciones: 1 tarta de 20-24 cm de diámetro (o 2 pequeñas de 10-12 cm)

Ingredientes

    Masa quebrada de cacao:

  • 200 g de harina
  • 40 g de cacao puro en polvo
  • 1 pizca de cayena en polvo (opcional)
  • 1 pizca de sal
  • 80 g de azúcar
  • 150 g de mantequilla muy fría, cortada en cuadraditos
  • 2 cucharadas de vodka muy frío
  • Crema de chocolate blanco y mascarpone:

  • 400 g de chocolate blanco
  • 200 ml de nata para montar (35% MG)
  • 100 de mantequilla
  • 4 cucharadas colmadas de mascarpone (unos 200 g)
  • Decoración:

  • una taza de frambuesas (unos 200 g)

    Preparación

    1. Comenzamos preparando la masa quebrada. En un bol amplio, ponemos los ingredientes secos (la harina, el cacao, la cayena en polvo y la sal) y los mezclamos. Añadimos la mantequilla muy fría cortada en cuadraditos. Con las puntas de los dedos, o entre las palmas, vamos frotando la mantequilla y el resto de ingredientes para unirlos, formando unas migas del tamaño de un guisante. Debemos trabajar deprisa, no queremos que se desarrolle el gluten en la harina, ni que se funda la mantequilla. Para que la masa quede realmente crujiente, deben quedar trozos de mantequilla sin deshacer. Añadimos ahora el vodka muy frío, y mezclamos hasta formar una bola. Todo este proceso puede hacerse en un robot de cocina, o en la THX, poniendo todos los ingredientes al mismo tiempo y mezclando máximo 10 segundos a vel. 6. Introducimos la masa en el frigorífico un par de horas, para que endurezca.
    2. Sacamos la masa del frigorífico, y la estiramos entre dos láminas de papel de hornear con ayuda de un rodillo, hasta formar un círculo de masa de un grosor de 0,5 cm (si no tenemos papel de hornear enharinamos la encimera y el rodillo generosamente). Cubrimos la base del molde (o moldes), dejando que la masa sobresalga por los bordes, y presionamos para que la masa se adhiera. Pasamos el rodillo por encima para cortar los bordes de la masa. Cubrimos la base con un círculo de papel de hornear, y rellenamos con legumbres (o bolas de cerámica) para que al hornear la base de la tarta no suba ni pierda forma. Llevamos la tarta al congelador mientras que precalentamos el horno a 170º C (unos 15 minutos)
    3. Horneamos la base unos 15 minutos. Sacamos del horno, retiramos las legumbres y el papel de hornear, y horneamos otros 10 minutos. Sacamos del horno, y dejamos enfriar antes de desmoldar. Una vez fría la base, desmoldamos con cuidado y reservamos (podemos conservarla en una lata metálica en un lugar fresco si no la vamos a usar de inmediato)
    4. Preparamos ahora el relleno. Ponemos la nata en un cazo y llevamos a ebullición. Cuando hierva, retiramos del fuego y agregamos el chocolate troceado y la mantequilla. Esperamos unos minutos, y removemos hasta obtener una crema brillante y homogénea. Añadimos el mascarpone a temperatura ambiente, y removemos hasta que esté totalmente mezclado. Vertemos sobre la base que habíamos reservado y llevamos al frigorífico hasta que haya endurecido. En un par de horas se puede consumir, pero recomiendo dejarla de un día para otro.
    5. En el momento de servir, decoramos con unas frambuesas

NOTAS:

  • He editado la receta y modificado las cantidades del relleno porque por error publiqué la cantidad necesaria para preparar una de las tartaletas pequeñas, por lo que quedaba una capa muy fina si preparabais la grande. Mis disculpas 🙁
  • Lo sé, yo también me odio. Hoy estaré tarareando todo el día la canción de la abeja Maya
  • En muchas recetas se puede sustituir el queso mascarpone por queso tipo Philadelphia, pero en esta receta en concreto no lo recomiendo. Si no disponéis de mascarpone, os recomiendo preparar este otro relleno con chocolate blanco
  • La base de masa quebrada de cacao es bastante amarga, tenedlo en cuenta si vais a usarla para otras preparaciones.
  • Una pizca es la cantidad que puede cogerse con las puntas de los dedos, más o menos media cucharadita rasa (tamaño café). Con esa cantidad de cayena no se nota el picante, simplemente intensifica el sabor del cacao.
  • Si has preparado esta receta, y quieres enviarme una foto y tus comentarios para que los publique en el blog, por favor hazlo a través de este formulario .
  • Puedes seguir las novedades del blog a través de Facebook, o Twitter, o suscribiéndote aquí para recibir las recetas en tu mail