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A ver si pasamos esta receta sin decir la palabra CÁRC** ni sus derivados… No sé por qué este plato me hace pensar en rejas, y en esta copla (que me encantan)
Apoyá en el quicio de la mancebía, miraba encenderse la noche de Mayo.
Pasaban los hombres y yo sonreía,
hasta que en mi puerta paraste el caballo.
Serrana me das candela y yo te dije gaché.
Ay ven y toma mis labios y yo fuego te daré.
Dejaste el caballo y lumbre te dí
y fueron dos verdes luceros de Mayo tus ojos pa’ mí…

Esto es una letra que es poesía, y no como otras… Hay una selección tan grande de canciones absurdas que daría para escribir un blog, así que voy a limitarme a las de contenido culinario…

Os acordáis de Modestia Aparte: los de y que más da, ha haa ha ha ha, sin son cosas de la edad que decían: yo sigo comiendo pizza, tu sigues tan macizza como ayer! Que dominio de la lengua de Cervantes! Qué obrero piropero se han perdido nuestras calles, ains!
Y que me decís de: Mi limón, mi limonero, entero, me gusta más, un inglés dice: oh yeah yeah, y un francés dice oh lá lá! Vamos, que me alegra que le guste el limonero entero, porque es para darle con él en la cabeza hasta que le coja manía…
Ella baila sola: por qué ya no me baila, un gusano en la tripa, cuando suena el teléfono y escucho su voz? Que yo sepa los gusanos en la tripa son tenias, y es una enfermedad… pero vamos, que si ellas lo echan de menos… pues no me extraña que bailen solas!
Y Luz Casal con su Rufino… y lo peor es que ahora cuando estoy pelando langostinos no puedo evitar cantarla!: Rufino, me lleva a jugar al casino, Rufino, me invita a comer langostinos…
Por no hablar de Georgie Dann y su Barbacoa: La barbacoa, la barbacoa. Como me gusta la «Barbekiú». La barbacoa, la barbacoa.Como me gusta la «Barbekiú». (no me he rallado, la letra es así). La barbacoa, la barbacoa.Como me gusta la «Barbekiú». (un guiño internacional para elevar el nivel cultural de la letra, menos mal)
Y Mecano, que tienen perlas para dar y tomar… pero como esto va de comidas nos quedaremos con su no hay marcha en Nueva York, y los jamones son de York! El pobre García Lorca escribiendo Poeta en Nueva York sin saber que luego iban a venir a desbancarle con esta capacidad para la rima…
Esa canción de los 80, no me acuerdo de quién era: Labios de fresa, sabor de amor,… que decía: del negro de un mejillón son tus ojos en su punto de sal, besarte es como comer palomitas de maíz (se te meten entre los dientes?), besarte es como comer naranjas en agosto, y uvas en abril (normal?)
No sé qué pensaréis… a mi me gusta la cocina, pero creo que esto ya es obsesión!… y seguía: tu olor me da hambre, si no estás amor, muero de sed! Pues a ver si te aclaras: te da hambre, o te da sed?
y pensar que todo este esté protegido por derechos de autor… los que deberíamos tener protección somos los pobres sufridores de estas letras!
Bueno, a la receta, que es tan fácil como preparar vuestros pimientos rellenos favoritos, y enrejarlos con un cortador de rejilla como este http://www.clubcocina.net/tienda/product_info.php?products_id=275&osCsid=6fb94d5be760

Ingredientes :
200 gr de merluza
200 gr de gambas peladas congeladas
8 pimientos del piquillo
2 láminas de hojaldre
Para la bechamel:
harina
leche (opcional caldo de pescado)
aceite de girasol (opcional mantequilla)
sal
Para la salsa de pimientos:
2 pimientos del piquillo
2 cucharadas de bechamel
200 ml de nata para cocinar (18% MG)

Cocemos la merluza y las gambas cubriéndolos de agua. Suelo usar gamba pelada por comodidad, pero obviamente podéis usarla sin pelar, y dará más sabor al caldo. Una vez cocido, reservamos el caldo si lo vamos a usar en la bechamel, cortamos las gambas en taquitos y desmenuzamos la merluza asegurándonos de que no lleva trozos de piel, ni espinas.

Seguimos preparando la bechamel. Ponemos cuatro cucharadas de aceite de girasol en una cazuela, ponemos un par de cucharadas de harina, las tostamos ligeramente para que pierdan en sabor a harina cruda, y vamos agregando leche removiendo sin parar hasta que tenga la consistencia deseada. Retiramos dos cucharadas de bechamel que usaremos para la salsa de pimientos, salpimentamos, y agregamos las gambas y el pescado que habíamos reservado. Esta bechamel admite muchas variantes. Sustituir el aceite por mantequilla, aromatizar con ajo y/o cebolla antes de agregar el harina, sustituir parte de la leche por caldo de haber cocido el pescado (yo lo suelo hacer así).

Vamos preparando la salsa de pimientos. Batimos 2 pimientos con un brick de nata líquida y las dos cucharadas de bechamel que habíamos reservado.

Por último, rellenamos los pimientos con ayuda de una manga pastelera. Envolvemos cada pimiento en hojaldre. Con el rodillo de rejilla, damos forma de reja al hojaldre (se puede hacer con un cuchillo de punta fina también), y lo colocamos sobre cada pimiento.

Horneamos a 200 º durante 15 minutos, y servimos junto con la salsa de pimientos bien caliente… y a disfrutar!

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