Seleccionar página

tarta de queso sin horno

Tarta tonta por lo fácil y rápida que es de hacer… Esta tarta de queso es fruto de una de mis manías, que es la de no encender el horno salvo que sea absolutamente necesario. Me fastidia un montón encenderlo para hornear solo una cosa… así que si no voy a preparar varios platos, busco alternativas. El caso es que quería una tarta tipo tarta de queso americana (NY cheesecake) para vaciar el frigo antes de irnos de vacaciones, pero que no llevara horno… y este es el resultado!

Manías tengo más… y algunas bastante tontas también. Por ejemplo, cuando me quedo sola en casa (soy una miedica), por el día bien, porque todo el mundo que haya visto películas sabe que durante el día estás a salvo… pero por la noche… pffffffffffff Empiezo cerrando TODAS las persianas… menos una, porque me da claustrofia cerrarlas todas. Al sótano no bajo ni de bromas, y si no me queda más remedio que bajar, le digo a Perry Mason que venga conmigo… nunca se sabe cuando vas a necesitar un perro capaz de matar a lengüetazos a cualquier merodeador. Al ir a dormir voy jugando al juego del interruptor: de interruptor en interruptor y tiro porque … no me sale ninguna rima. Bueno, que como ya sabréis por las pelis también, en la luz estás a salvo, así que en mi camino hacia la habitación voy encendiendo cada interruptor, y apagando el anterior, dando pequeñas carreritas cuando paso zonas oscuras. Ahora me río, pero por la noche no hace tanta gracia… Y diréis, y por qué no dejas las luces encendidas? pues porque soy miedica, pero tacaña! Una vez que llego a la habitación me asomo por detrás de la puerta por si hay alguien escondido… así, si efectivamente hay alguien, le pongo el bolindre de blanco para que me pueda dar un mamporro cómodamente sin errar… y cuando llego a la cama (tengo cubrecanapé) me agacho y compruebo que no hay ningún asesino debajo. Ya ves tú qué chorrada… porque si me lo encuentro… qué le voy a decir? Uy señor asesino, perdone las pelusas, que no me ha dado tiempo a pasar el aspirador… suba a la cama que ahí estaremos más cómodos para que me asesine! En fin… mejor no seguir! De todas formas lo voy a seguir haciendo…


tarta de queso sin horno

{Tarta de queso sin horno}

Descripción:: Tarta de queso sencilla, sin horno ni gelatina

Ingredientes

    Para la base:

  • 150 g de galletas maría o digestive
  • 70 g de mantequilla
  • Para el relleno

  • 200 ml de creme fraîche (nata fresca. Se puede usar normal si no la encuentras)
  • 400 g de leche condensada (1 bote pequeño)
  • 600 g queso crema (filadelfia o similar, mejor a temperatura ambiente)
  • 1 paquete de preparado para flan (para preparar 4 raciones)
  • Para la cobertura:

  • 300 g de fresas
  • 1 hoja de gelatina (opcional, esta vez para la de las fotos no la he usado)
  • zumo de medio limón
  • 3 cucharadas de azúcar

Preparación:

  1. Comenzamos preparando la base. Para ello, trituramos las galletas con ayuda de un robot de cocina, o metiéndolas dentro de una bolsa y golpeándolas con un rodillo, hasta obtener un polvo de galleta fino
  2. Derretimos la mantequilla y mezclamos con la galleta en polvo (debe quedar como arena mojada). Cubrimos la base de un molde desmontable de 20 a 24 cm con papel de hornear, distribuimos encima la masa de galleta, presionando bien, e introducimos en el congelador mientras preparamos el relleno de nuestra tarta de queso.
  3. Continuamos preparando la crema de queso. Ponemos todos los ingredientes en un cazo al fuego (fuego lento), removemos con energía hasta que se haya disuelto el sobre de flan y no haya grumos, subimos el fuego y seguimos removiendo sin parar hasta que hierva (puede tardar unos 10 minutos). Retiramos del fuego, y vertemos la crema de queso sobre la base de galleta que teníamos preparada.
  4. Llevamos a frigorífico al menos un par de horas, mejor de un día para otro
  5. Por último preparamos la salsa de fresa. Hidratamos la hoja de gelatina en un vaso de agua fría durante 5 minutos, y en un cazo aparte, calentamos las fresas lavadas con el zumo de limón y el azúcar, y removemos constantemente, triturando al mismo tiempo las frambuesas.
    Cuando la salsa de fresa esté bien caliente, y triturada a nuestro gusto, incorporamos la gelatina bien escurrida a esta mezcla, removiendo hasta que se disuelva totalmente. Distribuimos la salsa de frambuesa sobre la tarta y se metemos de nuevo en la nevera hasta que vayamos a consumirla. (si no vamos a usar gelatina, basta con triturar las fresas, el azúcar y el zumo de limón y verter por encima)

Preparación: 15 min

Cocción: 15 min

Raciones: 12-16