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No, no son pastas asesinas. Esta ha sido la receta que más me ha costado hacer hasta ahora. La historia es que en Club Cocina me compré una pistola para galletas marca Ibili, tan barata (10 euros aprox) que venía sin recetas y sin manual de instrucciones… y hay que conseguir una masa lo suficientemente ligera para que pase por la pistola, pero lo suficientemente densa para que no pierda la forma en el horno.

Ingredientes (para unas 40 pastitas)

250 gr de harina de repostería

200 gr de mantequilla en pomada

100 gr de azúcar polvo

una pizca de sal

una pizca de vainilla en polvo

un huevo batido

una pistola para galletas (o en su defecto manga pastelera con boquillas)

Batimos la mantequilla con el azúcar hasta blanquear. Agregamos el huevo de poco en poco, hasta que lo absorba completamete. Añadimos la sal, la vainilla y la harina en tandas (ya no batimos, sólo mezclamos con la espátula). Metemos en el frigo una media hora (esto va a depender mucho de la temperatura exterior).

Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo, la bandeja de hornear fuera. La mejor opción si tenéis sería hornear las galletas sobre un silpat, que evita que el las galletas se hagan más por abajo que por arriba, y además no se mueve al utilizar la pistola, a diferencia del papel de hornear. Si no tenéis silpat como yo, la mejor opción es engrasar la bandeja del horno.

Rellenamos la pistola con ayuda de una cuchara. Apoyamos la pistola en la bandeja (con el disco de forma que hayamos elegido, yo solo probé 4 pero me parece que vienen 10 o 15), damos un golpe de gatillo y separamos. Si es la primera vez que la utilizáis, tendréis que hacer algunas pruebas hasta que salgan bien, pero la verdad es que es sencillo de utilizar una vez que la masa tiene la textura adecuada y comprendes que tienes que apoyar la pistola. Si no sale la masa, dejar un poco fuera del frigo hasta que se vuelva más ligera la masa. Si la masa se queda pegada a la pistola, meterla un poco en el frigo para que la masa coja consistencia.

Introducimos en el horno unos 10 minutos, hasta que estén doradas por los bordes. Por el centro todavía estarán blanditas. Ponemos a enfriar sobre una rejilla, y a disfrutar!

Si tenemos dos bandejas de horno, podemos ir preparando la siguiente tanda de galletas mientras que la otra se hornea. Si no, es necesario enfriar la bandeja entre hornada y hornada.

Aguantan muchos días
crujientes (sobre todo si no hemos cubierto con chocolate) si las conservamos en una caja de metal